Una de las dudas que nos pueden surgir cuando decidimos renovar nuestra cocina o compramos una casa o un piso nuevos es si queremos cocinar con gas, o por el contrario, apostamos por la eléctrica y moderna inducción. La respuesta dependerá de nuestro estilo y preferencia a la hora de cocinar.
Entonces…¿Gas o Inducción?
La cocina de gas es la preferida por los profesionales en los restaurantes y tiene su razón. Hasta ahora, el manejo que puedes hacer de la temperatura reduciéndola a 0 grados en menos de un segundo por ejemplo, o elevándola rápidamente en el mismo poco tiempo, hace que el control sea directo. Para conseguir algo parecido en inducción el desembolso económico sería mayor.
Por otro lado, si se trata de cocinar en casa, la cosa puede cambiar. La inducción ofrece limpieza y seguridad. Si tienes niños en tu hogar, esto puede ser crucial para tomar una decisión. El método utilizado por esta cocina, permite que incluso posando nuestra mano sobre ella en funcionamiento, el calor no llegue a nuestra piel. De este mismo modo, los restos de comida no quedarán quemados en la superficie y será mucho más fácil de limpiar.
Algo a tener también en cuenta, es que cuando cocinas con gas, tienes un abanico más amplio de materiales que puedes usar para calentar la comida, mientras que la inducción lo reduce a un material apto para ella.
A grandes rasgos y basándonos en lo que afirmábamos anteriormente sobre tus propias preferencias, si lo que buscas en rapidez, eficacia y ahorro económico (por calentar de forma más veloz), la elección correcta sería la cocina de gas. Pero si eres de los que prefieren comodidad, diseño de última moda, limpieza y sobre todo, seguridad contra posibles quemaduras, tu cocina perfecta sería sin duda la de inducción.