“Si alguna vez me diera miedo el lienzo en blanco, tendría que dejarlo”, Inés Salinas, pintora.

Compagina su trabajo como enfermera con la vocación –que cada vez se vuelve más profesión­– de pintar. Hija del pintor Manuel Salinas, Inés, sevillana de pro, define su estilo como abstracto. Podéis ver algunas de sus obras en Ellas, la primera exposición colectiva de la iniciativa Encuentro con el Arte en las oficinas de Inmobiliarias Encuentro.

 

 

¿Cómo definirías tu estilo?

Me interesa el lenguaje visual basado en combinar y mezclar zonas de colores muy vivos, crear sensaciones sin elementos figurativos, así que mi pintura se puede decir que es abstracta.

 

Tu padre es Manuel Salinas, ¿es difícil hacerse un nombre con un padre pintor?

No creo que tener un padre pintor sea una dificultad, ni lo contrario. Esa cuestión es secundaria. Además, en la historia de la pintura hay familias enteras dedicadas al arte. Lo importante ahora para mí es pintar, producir obra, que es el paso previo a que te reconozcan, vengas de donde vengas.

 

¿Quiénes y cuáles son tus referentes a la hora de pintar?

El mayor referente es, claro está, mi padre. He crecido con sus cuadros, pasaba horas en su estudio y me ponía a hacer lo mismo que le veía hacer a él. Me lo pasaba muy bien. Era como un juego. Ahora que vuelo sola, sigue siendo mi mejor guía y mi mayor referente. Pero también me fue interesando conocer obras de pintores que están en la misma línea de trabajo.

 

El lienzo en blanco: ¿miedo o motivación?

Miedo, nunca. Nadie me obliga a ponerme delante de un lienzo o un papel en blanco. Es pura motivación. Pienso que si alguna vez me diera miedo tendría que dejarlo.

 

¿Qué opinas sobre la iniciativa de Encuentro?

Me parece más que interesante y muy conveniente, porque son iniciativas que dan oportunidad a pintores jóvenes y es un escaparate para empezar a enseñar sus obras. Es muy de agradecer.

 

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