En el último post os hablábamos de las posibilidades de aislamiento para prevenir el frío en una vivienda siempre y cuando dispusiéramos de un presupuesto medio para emprender una reforma, donde aislaríamos techos, paredes y ventanas.
Hoy os proponemos una serie de trucos para ahorrar en la factura energética. No hablaremos de nada complicado, sino que simplemente aplicaremos el sentido común y conseguiremos llevar una vida, dentro de nuestro hogar más agradable.
Lo primero en lo que debemos fijarnos es en el buen mantenimiento del sistema de calefacción. Para ello conviene que pasemos una revisión periódica donde revisarán la relación entre consumo y aporte energético, impidiendo más gasto económico del necesario.
Mantendremos el termostato de la calefacción en lo que conocemos como temperatura de confort. Esta oscila entre los 20 – 21º. A partir de aquí, cada grado que aumentemos de temperatura, el gasto subirá en un 7%.
Por supuesto, apagaremos la calefacción cuando no vayamos a estar en casa o por la noche, ya que supliremos ese descenso térmico con un buen edredón o manta. Si hace demasiado frío no la apagaremos pero bajaremos el termostato sobre 16º. Si disponemos de termostato programable utilizaremos los programas para diseñar el plan energético.
En las ventanas instalaremos cenefas y juntas de goma, impidiendo la entrada de aire frío desde el exterior. Sellaremos también las pequeñas grietas en caso de que exista alguna.
Durante el día conviene dejar que los rayos del sol entren y calienten la casa pero es recomendable bajar las persianas a partir de la hora de anochecer, con esto conseguiremos que la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de la ventana no sea tan elevada y costará menos mantener el calor en las zonas próximas a las ventanas.
También podemos utilizar cortinas que, evidentemente, cuánto más gruesas sean más aislarán del frío y más calor serán capaces de almacenar. Las alfombras son buenos aislantes para los suelos, sobre todo si son de terrazo.
Con respecto a las paredes podemos decorarlas con estanterías de libros, muebles, o simplemente posters. Conseguiremos así un aumento de la temperatura en el interior de la estanterías de 3-4º con respecto a la cara interior de la pared.
En las puertas exteriores podemos colocar burletes que no dejen pasar aire frío de la calle y las puertas interiores las mantendremos abiertas, salvo aquellas de las estancias que no se usen que deben permanecer cerradas y con el radiador cerrado.
Por último, podemos envolver las tuberías del agua caliente dentro de un material aislante. De esta manera costará menos energía mantener la temperatura del agua caliente durante el recorrido desde la caldera a los grifos.
Como última recomendación que os hacemos es que hagáis vida en los puntos más cálidos de la casa y que intentéis mantener el calor de vuestro propio cuerpo.
Como complemento a estos trucos que os presentamos os recomendamos un buen kit calentito para estar en casa, que será el aliado perfecto para encontrarnos cómodos en nuestro hogar.