Vivimos en una era digital en donde todo está conectado. Podemos controlar gran parte de nuestra vida desde nuestros smartphones, consultar el correo, redes sociales, pagos con tarjeta, embarque en vuelos…
Y sin embargo, llego a casa y los gestos normales con los que busco mi comodidad son todos manuales. Tengo que subir la persiana, encender la luz, ir al equipo a poner música, controlar la temperatura de la ducha con los grifos del agua fría y caliente… Me siento y pienso ¿ No habrá una manera mas cómoda de hacer esto?.
La domótica, es el conjunto de sistemas capaces de automatizar una vivienda, aportando servicios de gestión energética, seguridad, bienestar, y comunicación, y que pueden estar integrados por medio de redes interiores y exteriores de comunicación, cableadas o inalámbricas, y cuyo control goza de cierta ubicuidad desde dentro y fuera del hogar.
Podríamos resumirlo como el conjunto de automatismos que convierten nuestras viviendas en funcionales e inteligentes y que nos hacen la vida más fácil. La domótica aumenta nuestra calidad de vida, haciendo más versátil el aprovechamiento de espacios en la casa, consiguiendo las condiciones ambientales deseadas con el menor gasto y creando atmósferas predefinidas listas para disfrutar, por ejemplo, puedo programar que a las 7:30 de la mañana se levanten las persianas, se encienda la luz y se conecte la cafetera…
El objetivo definitivo de la domótica es la mejora de la calidad de vida de los habitantes de una casa. Y os preguntaréis, ¿cómo?
Para empezar, una casa con instalación inteligente reduce el consumo energético ya que podemos desde gestionar automáticamente las luces o el riego, hasta gestionar las instalaciones de calefacción y aire acondicionado, monitorizando el consumo. De esta manera, podemos obtener una valiosa información sobre nuestros hábitos consiguiendo una mayor eficiencia.
Ayuda en gran medida al manejo de elementos del hogar, especialmente a personas con discapacidad que les hacen ser mucho más independientes y permite la gestión de todo tipo de dispositivos de uso cotidiano como electrodomésticos, toldos, puertas o ventanas.
Aumenta la seguridad del hogar mediante la vigilancia automática incluso con puesta en funcionamiento desde control remoto de medidas antirrobo y avisa de averías o fechas de revisión de aparatos electrónicos o incidencias en el flujo de suministros como luz y agua.
Ademas, garantiza las comunicaciones creando un mundo de posibilidades relacionados con la comunicación desde nuestras viviendas a través de aplicaciones y redes sociales, interconectando nuestra casa como si de un dispositivo móvil más se tratara y poder por ejemplo, comunicarnos con servicios médicos de emergencia o teleasistencia en caso de necesidad.
Ahora bien, si estáis pensando en instalar un sistema domótico en vuestra vivienda debéis tener en cuenta que no es una instalación barata, aunque a largo plazo si que sea económicamente rentable, y que debe tener un buen plan de mantenimiento ya que al estar interconectados muchos sistemas, el el error en uno de ellos puede dar al traste con el funcionamiento de toda la instalación. Porque una casa inteligente, es sinónimo de un inquilino inteligente que invierte en su bienestar.