Se acerca el buen tiempo y nos pilla con ganas de sol y buen rollo. Y, de repente, miras tu terraza o balcón y descubres que, un año más, no está como te gustaría que estuviera.
Que no cunda el pánico: estás a tiempo de hacer de ese espacio –ya sea la super terraza de tu ático o el mini balcón de tu piso– el lugar más acogedor de la casa.
Observa bien tu terraza: el espacio, el suelo, la luz… piensa en sus posibilidades. ¿Ya? Perfecto. Empezamos.
Elige el mobiliario adecuado
Es decir, el que más se ajuste a las dimensiones de tu terraza y que vaya con tu estilo. No sufras si no cabe una chaise longe, porque un juego de dos sillas adornadas con cojines quedará genial. En cualquier caso, elige siempre muebles cómodos, resistentes al agua y al sol, que no se deterioren fácilmente. Un consejo: se lleva el rústico chic, así que si combinas madera, mimbre, ratán o piedra con un toque de color en las telas o cojines, vas a triunfar.
Decora con plantas
Siguiendo la estela anterior, lo verde es una tendencia clave, así que adelántate a todos y convierte tu balcón en un vergel. Por ejemplo, puedes las cajas de madera en maceteros de moda. Y si no tienes mucho espacio, los tarros de cristal son una estupenda opción también como maceteros; puedes colgarlos en la pared con tus flores favoritas. Un consejo: los mini-frutales están de moda –olivos, limoneros, naranjos…–.
Ilumina, que no es poco
Es clave para que tu creación luzca como se merece. Farolillos, velas, guirnaldas… elige lo que más se adecue al estilo de tu terraza o lánzate a ponerlo todo. Un consejo: las guirnaldas son una buena opción si buscas un ambiente cálido, acogedor y divertido.
Un toque de color
Cojines, pufs, telas y tules a modo de las mil y una noches, de rayas, todo vale para darle alegría a esa super terraza. Un consejo: si el suelo no te gusta o está deteriorado, atrévete con una alfombra de exterior.
Recicla y gana
Transforma un neumático de coche o camión en un macetero o un elegante puf cubierto de rafia. Los palés pueden ser fantásticos jardines verticales. Las cajas de plástico, ésas en las que se expone la verdura y la fruta, pueden convertirse en divertidos silloncitos con un corte y unos cojines. ¿Tienes un escurridor que no usas? Transfórmalo en un simpático móvil con cuentas de colores.