Ya te hemos hablado en nuestro blog de los pisos heredados, las dudas más comunes que pueden surgir a la hora de venderlo e incluso te hemos dado las claves para vender un piso heredado y hacerlo bien.  Pero en esta ocasión vamos a centrarnos en la opción de renunciar a un piso heredado y cuánto puede costarte.

Con la pandemia, el número de viviendas heredadas se disparó llegando a números bastante elevados. Comparándolo con 2019, donde la cifra estaba en el 13,9%, en el 2021 ese dato llegó a aumentar en cuatro puntos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2021 las viviendas heredadas llegaron a máximos históricos, con casi 200.000 transmisiones.

¿Por qué se suele renunciar a una herencia?

Pero heredar un piso puede salir caro y la prueba de ello es que, al mismo tiempo que aumentaban las herencias, también lo hacían las renuncias. Porque muchas veces una herencia no supone un beneficio, sino que puede convertirse en un quebradero de cabeza para las personas que la reciben.

Ya que no solo se heredan los bienes, sino que también se heredan las deudas que pueda haber, por lo que la persona renuncia a ella. Otro motivo para hacerlo es el hecho de no poder hacer frente a los gastos de gestión y los impuestos que conlleva aceptar la herencia, como el impuesto de sucesiones y donaciones.

Además, puede que el beneficiario vea arriesgado aceptar la vivienda heredada, por lo que puede renunciar a ella. El proceso para llevar a cabo esa renuncia debe realizarse ante notario, pero es importante destacar que, antes de dar este paso, no se ha llevado a cabo ninguna acción que pueda interpretarse como una aceptación implícita de la herencia.

¿Cuál es el coste de renunciar a una herencia?

El coste de renunciar a un piso heredado dependerá del tipo de renuncia que se realice, te los contamos a continuación.

Renuncia a la herencia pura y simple

En este caso, hay que tener en cuenta si hay testamento o no lo hay. Si hay testamento, se pueden dejar asignados sustitutos en el caso de que los herederos principales renuncien o fallezcan. Si no hay sustitutos, la parte de esa renuncia se reparte entre el resto de los herederos.

Si no hay testamento, el proceso sigue la línea sucesoria y la herencia recaerá sobre el pariente de siguiente grado de consanguinidad por derecho propio. En este caso, la persona que renuncia no se considera sucesor y no tendrá que asumir ningún gasto de impuestos ni hacerse cargo de las deudas.

Renuncia a la herencia en favor de una tercera persona

Esta situación no es considerada como una renuncia, sino como una cesión de derechos. La administración, en este caso Hacienda, entiende que el heredero principal acepta la herencia y tras ello, hace una cesión de la misma. La persona que renuncia debe pagar los impuestos.

Antes de tomar la decisión de renunciar a la herencia de una vivienda, es bueno poder valorar todas las opciones existentes. Hay una posibilidad de aceptar a beneficio de inventario, con lo que las deudas se abonan con los bienes heredados hasta donde alcance, sin tener que utilizar su propio patrimonio para pagar. Si después de abonar las deudas quedase un remanente, este pasaría a manos del beneficiario de la herencia.

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